Apio

Con el nombre de Apio, se entiende el Apium graveolens L. Se distinguen dos variedades principales: el apio de pencas (pecíolos o costillas largas, parte comible) de hojas claras y anchas, y el apionabo, variedad rapaceum DC, cuya raíz (parte comible) adquiere gran desarrollo.

Existen documentos en donde consta  que el apio o planta similar ya era cultivado en el S IXa.c. Se consideran sus orígenes en la zona del Mediterráneo. Fue muy utilizada por griegos y romanos como aromática. Hipócrates la utilizó por sus características  diuréticas. A partir de la edad media fue mejorada su producción y actualmente es cultivado en todo el mundo, especialmente en climas templados.

¿Cómo elegirlo y conservarlo?

El apio se considera fresco cuando tiene apariencia lustrosa, tallos gruesos, compactos, firmes, crujientes, con hojas verdes, frescas. Debe tener ausencia de defectos tales como: corazón negro, tallos florales, y partidura, así como ausencia de daños por insectos y pudriciones.

El apio se conserva en heladera 2 ó 3 días, mejor si se lo envuelve con papel de cocina húmedo. Si se lo quiere guardar en el freezer se lo debe hervir por 3 minutos antes de almacenar.


Composición nutricional 100g de apio
Valor energético( Kcal) 17
Hidratos de carbono (g) 3,9
Proteínas (g) 0,9
Grasas(g) 0,1
Agua(g) 94
Fibra (g) 0,6
Vitamina A (ug) 240
Calcio (mg) 72
Vitamina C (mg) 9
Sodio (mg) 126
Potasio(mg) 341
  Propiedades nutritivas

Su valor calórico es muy bajo y su contenido acuoso muy alto. Esto hace que sea de elección especialmente en verano, en planes alimentarios para descenso de peso, además de  producir un alto valor de saciedad al comerlo,  gracias a su consistencia crujiente.

Es una hortaliza que posee niveles de minerales y vitaminas limitados, a excepción del potasio, que está presente en cantidades importantes. Dicho mineral es necesario para la normal actividad muscular, interviene en el equilibrio acuoso dentro y fuera de la célula.

El apio contiene bioflavonoides, compuestos de actividad antioxidante. Entre los más destacados están: quercetina, miricitina, flavonoles, luteolina, apigenina; también se encuentran otros como el bergapteno.

Las propiedades terapéuticas que se atribuyen a esta hortaliza son debido a su aceite esencial, el apiol que le da su olor tan particular.